Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

viernes, 12 de noviembre de 2010

Verbum Domini


La Verbum Domini, escrita por Benedicto XVI, es fruto de la XII Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos sobre la Palabra de Dios, celebrada del 5 al 26 de octubre de 2008. En la conferencia de prensa el cardenal Marc Ouellet, prefecto de la Congregación para los Obispos, afirmó que “retoma el mismo mensaje a cuarenta y cinco años de distancia” de la constitución Dei Verbum, del Concilio Vaticano II.

Algunos de los puntos importantes que toca son: Las páginas "oscuras" de la Biblia, Biblia y ecumenismo, Sacramentalidad de la Palabra, La Palabra de Dios y la caridad efectiva, Palabra de Dios y medios de comunicación social, además aporta Sugerencias y propuestas concretas para la animación litúrgica como: a) Celebraciones de la Palabra de Dios, b) La Palabra y el silencio, c) Proclamación solemne de la Palabra de Dios, d) La Palabra de Dios en el templo cristiano, e) Exclusividad de los textos bíblicos en la liturgia, f) El canto litúrgico bíblicamente inspirado y g) Especial atención a los discapacitados de la vista y el oído.

Copio un punto que me parecio muy bueno referente a los laicos.

Palabra de Dios y fieles laicos

El Sínodo ha dirigido muchas veces su atención a los fieles laicos, dándoles las gracias por su generoso compromiso en la difusión del Evangelio en los diferentes ámbitos de la vida cotidiana, del trabajo, la escuela, la familia y la educación. Esta tarea, que proviene del bautismo, ha de desarrollarse mediante una vida cristiana cada vez más consciente, capaz de dar « razón de la esperanza que tenemos » (cf. 1 P 3,15).
Jesús, en el Evangelio de Mateo, dice que « el campo es el mundo. La buena semilla son los ciudadanos del Reino » (13,38).
Estas palabras valen particularmente para los laicos cristianos, que viven su propia vocación a la santidad con una existencia según el Espíritu, y que se expresa particularmente « en su inserción en las realidades temporales y en su participación en las actividades terrenas ». Se ha de formar a los laicos a discernir la voluntad de Dios mediante una familiaridad con la Palabra de Dios, leída y estudiada en la Iglesia, bajo la guía de sus legítimos Pastores.
Pueden adquirir esta formación en la escuela de las grandes espiritualidades eclesiales, en cuya raíz está siempre la Sagrada Escritura. Y, según sus posibilidades, las diócesis mismas brinden oportunidades formativas en este sentido para los laicos con particulares responsabilidades eclesiales.


N° 84 Exhortación Apostólica Postsinodal Verbum Domini, Benedicto XVI


Este es el link para leer entera la última Exhortación Apostólica Postsinodal Verbum Domini

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