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lunes, 6 de junio de 2011
La oración
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martes, 24 de mayo de 2011
Exponer el corazón al apostolado
«El gran apóstol no es el activista, sino el que guarda en todo momento su vida bajo el impulso divino. Cada una de nuestras acciones tiene un momento divino, una duración divina, una intensidad divina, etapas divinas, término divino. Dios comienza, Dios acompaña, Dios termina. Nuestra obra, cuando es perfecta, es a la vez toda suya y toda mía. Si es imperfecta, es porque nosotros hemos puesto nuestras deficiencias, es porque no hemos guardado el contacto con Dios durante toda la duración de la obra, es porque hemos marchado más aprisa o más despacio que Dios. Nuestra actividad no es plenamente fecunda, sino en la sumisión perfecta al ritmo divino, en una sincronización total de mi voluntad con la de Dios.»
Fragmento "Siempre en contacto con Dios" - Reflexión personal de San Alberto Hurtado
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sábado, 21 de agosto de 2010
Construir con acciones una oración

Pues hay que decirlo, no hay nada más lejano a la santidad que lo descrito anteriormente, el pensar que Dios nos ha dado una vida que soportar para ir mendigando pedacitos de santidad y felicidad es erróneo, y lleva a reducir una vida que debe ser testimonio, amarga los deberes y responsabilidades además de debilitar y quitar espacio para el apostolado, esto es triste y quizás una de las razones de la doble moral que se nos achaca a los católicos, es decir, un santo en su parroquia, pero un patán fuera de ella.
Al menos para nosotros los laicos, la santidad se encuentra en lo que Dios te pone día a día, en ilusionarse por cumplir el plan del Señor, en lo que te toca hacer. En esto hay una lucha, es cierto, pero no es contra el mundo, los católicos no somos unos simples renegados que queremos estar contra “el sistema”, incluso hasta en lo que parece más mundano para algunos El Señor quiere manifestarse, por eso nos permite estar ahí. En las miserias de los otros uno ejercita la paciencia, descubres también tus propias miserias, en los problemas económicos uno entiende que el dinero es necesario pero nunca fue, ni nunca será lo más importante, en el cansancio del trabajo, en las decisiones difíciles, incluso en lo que parece contaminado, ahí Dios nos pone para con su gracia empezar un cambio… en esto hay algo muy importante y es que cada uno de nosotros tiene que santificarse también en el apostolado, por más lejano ó inútil que parezca hacerlo, entendamos que algunas cosas nosotros no podemos hacer, pero para Dios nada es imposible.
En el dolor, en la angustia pero también en el gozo y la dicha, es una vida entregada a Cristo, por eso se llama vida cristiana, que puesta en práctica te regala vivencias preciosas, una acción cotidiana y ordinaria hecha con amor brinda frutos extraordinarios que son inimaginables y que probablemente ni nos vayan a involucrar.
La idea es reducir (poco a poco, pero constantemente) esa brecha que hay entre fe y vida, sin postergar ni quitar los momentos fuertes de encuentro con Dios, pero si construyendo con nuestras acciones del día una oración que a veces será más corta ó más larga, unos días más hermosa, otros no tanto, inclusive habrá momentos duros en que no la podremos leer nosotros pero si el Señor, y de esto se trata, «Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos» (Rom 14:8).
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viernes, 12 de marzo de 2010
En la Cuaresma ... ¡Él venció!
«...Porque con el ayuno corporal refrenas nuestras pasiones, elevas nuestro espíritu, nos das fuerza y recompensa, por Cristo, Señor nuestro ...»1
«Si hemos sido tentados en él, también en él vencemos al diablo. ¿Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te fijas en que venció? Reconócete a ti mismo tentado en él, y reconócete también vencedor en él»2
«Tienes que saber soportar la prueba como algo que está dentro de los designios de Dios. Para ello habéis recibido las armas: no para quedaros inactivos sino para combatir»3
«Si hemos sido tentados en él, también en él vencemos al diablo. ¿Te fijas en que Cristo fue tentado, y no te fijas en que venció? Reconócete a ti mismo tentado en él, y reconócete también vencedor en él»2
«Tienes que saber soportar la prueba como algo que está dentro de los designios de Dios. Para ello habéis recibido las armas: no para quedaros inactivos sino para combatir»3
1 Prefacio IV de Cuaresma del Misal Romano
2 San Agustín de Hipona
3 San Juan Crisóstomo
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lunes, 1 de marzo de 2010
Tengo que cuidar mi oración
La oración es un canal de gracia por el cual me comunico con Cristo el Señor, que me acoge y me alienta a estar más cerca a Él, para crecer en mi capacidad de escucha y tener esa agudeza de reconocer los signos que Dios pone en mi vida para seguir su divino plan. En ella encuentro refugio de los embates del mundo, encuentro también fuerza para luchar contra mis inconsistencias, reconozco mis miserias y es espacio privilegiado e inamovible para desarrollar mis virtudes. Es el único medio en el cual sé que puedo romper en llanto y no sentirme solo, puedo también dar gracias y alegrarme tanto que parece que el corazón no me cabe en el pecho. Aunque me cuesta mucho encontrar espacio en mi día a día, y aún cuando lo encuentro me cuesta concentrarme, creo que voy avanzando cada vez un poquito más y voy convenciéndome que es súper importante para mí, porque por más que no comprenda del todo que Dios me escucha y que de verdad quiere hablar conmigo, tengo la certeza que en esos momentos inclusive estando con los ojos cerrados veo con más claridad.
Este es un video en el que la Beata Teresa de Calcuta habla sobre la oración:
Este es un video en el que la Beata Teresa de Calcuta habla sobre la oración:
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lunes, 22 de febrero de 2010
Pequeñas renuncias preparan para la pascua
Comienza la Cuaresma abriendo tus ojos y disponiendo tu corazón. Un año más escucha la invitación que se te hace: déjate ser tú, quita lo que te estorba, lo que no deja entrever lo auténtico de ti, y de los otros/as, lo esencial, lo que te invita y les invita a la VIDA
Ayuno: No se trata de quedarse en lo ritual que traen estos días, sino de ir más allá… que afecte a tu persona, Se trata de detenerse y, a través de pequeñas renuncias, o de algo que para uno sea significativo, encontrar el valor de la austeridad, o del sacrificio, o del compromiso con lo que a veces tiene de carga… para ser conscientes de que el criterio último en la vida no es “me gusta, me satisface, me llena” sino el vivir dando vida; y toda vida lleva consigo algo de muerte.
Limosna: ¿Qué puedes dar? Da de lo que tienes, de lo que ERES. Date TÚ, tu tiempo, tu espacio, tu dinero, tus cosas... Haz un ejercicio de empatía con los que no tienen, no son, no cuentan. De nuestro mundo… ¿quién no cuenta para ti? Haz memoria de las personas con las que compartes la vida. ¿Cómo vives tu mundo de relaciones? ¿qué invitación sientes hoy? ¿Qué puedes dar?
Oración: Busca un espacio y una forma de dirigirte personalmente a Dios. Hazte consciente de su presencia, háblale “como un amigo habla con un amigo”. Descubre que estás habitado por Dios.
Les comparto este video que es una edición de los spots que mas me gustaron de la Campaña Cuaresma Fraternidad 2010 de la Conferencia Episcopal de Chile.
Ayuno: No se trata de quedarse en lo ritual que traen estos días, sino de ir más allá… que afecte a tu persona, Se trata de detenerse y, a través de pequeñas renuncias, o de algo que para uno sea significativo, encontrar el valor de la austeridad, o del sacrificio, o del compromiso con lo que a veces tiene de carga… para ser conscientes de que el criterio último en la vida no es “me gusta, me satisface, me llena” sino el vivir dando vida; y toda vida lleva consigo algo de muerte.
Limosna: ¿Qué puedes dar? Da de lo que tienes, de lo que ERES. Date TÚ, tu tiempo, tu espacio, tu dinero, tus cosas... Haz un ejercicio de empatía con los que no tienen, no son, no cuentan. De nuestro mundo… ¿quién no cuenta para ti? Haz memoria de las personas con las que compartes la vida. ¿Cómo vives tu mundo de relaciones? ¿qué invitación sientes hoy? ¿Qué puedes dar?
Oración: Busca un espacio y una forma de dirigirte personalmente a Dios. Hazte consciente de su presencia, háblale “como un amigo habla con un amigo”. Descubre que estás habitado por Dios.
Les comparto este video que es una edición de los spots que mas me gustaron de la Campaña Cuaresma Fraternidad 2010 de la Conferencia Episcopal de Chile.
Fuente: Teresianas.info, Conferencia Episcopal de Chile
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lunes, 15 de febrero de 2010
Cerca a la Cuaresma ...

"Nos encontramos a pocos días del Miércoles de Ceniza que nos llama a un tiempo especial de conversión. En esta tónica el evangelio nos exhorta con unas palabras penetrantes y en contracorriente a tantas voces del mundo, a vivir el perdón: «En cambio, yo os digo a los que me escucháis: Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os odien, bendecid a los que os maldigan, rogad por los que os difamen.»
Pero muchas veces constatamos que perdonar no es fácil y que mucho menos nos gusta. Son abundantes los criterios del mundo que rechazan la lógica del perdón y han reforzado en nosotros una lógica de la amargura, del resentimiento y la venganza. Aquí algunas de las ideas que pululan en nuestro medioambiente: “tengo derecho a guardar rencor pues me han hecho daño”; “¿porqué voy a perdonar si a mi tampoco no me perdonan?”; “perdono pero no olvido” (siendo que el “no olvidar” es sinónimo de “no perdonar”); “¿porqué tendría que pedir perdón?, ¿acaso han venido a pedirme perdón a mí?” “Me han agraviado, traicionado, ¿y tengo que perdonar? ¡Jamás!”
Cuando uno se detiene a analizar estas y muchas otras razones semejantes percibimos que además de contener una fuerte carga autodestructiva, estamos realmente muy lejos de la lógica del Evangelio. Ya el Antiguo Testamento enseñaba una perspectiva muy distinta para afrontar las ofensas recibidas: «Perdona a tu prójimo el agravio, y, en cuanto lo pidas, te serán perdonados tus pecados. Hombre que a hombre guarda ira, ¿cómo del Señor espera curación? De un hombre como él piedad no tiene, ¡y pide perdón por sus propios pecados! Si él, que sólo es carne, guarda rencor, ¿cómo obtendrá el perdón de sus pecados?»
¡Cuanta falta nos hace vivir el perdón sincero y profundo! Buenas razones encontramos para abrirnos a él: “perdonar trae consigo la paz”; “si nosotros somos perdonados por Dios, ¿cómo no perdonar a los demás?”; “todos somos pecadores, nadie es justo para decir: no tengo culpa”; “pensar: nosotros somos los buenos y los otros los malos es una ilusión”; “solo el perdón libera del odio”; “venzamos el mal con el bien”.
Pero es verdad, la tarea del perdón sobrepasa muchas veces las solas fuerzas humanas. Por ello el Catecismo de la Iglesia Católica enseña que observar el mandamiento del Señor es imposible si se trata de imitar desde fuera. Más bien se trata de lograr una participación, vital y nacida «del fondo del corazón», en la santidad, en la misericordia y en el amor de nuestro Dios. Sólo el Espíritu que es «nuestra vida» puede hacer nuestros los mismos sentimientos que hubo en Cristo Jesús."
Refleción Cuaresmal, Monseñor Kay Martin Schmalhausen
Obispo de la Prelatura de Ayaviri, Puno - Perú
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