miércoles, 19 de octubre de 2011
sábado, 8 de octubre de 2011
La Familia
domingo, 2 de octubre de 2011
El buen Samaritano
viernes, 30 de septiembre de 2011
Dios no se muda
viernes, 9 de septiembre de 2011
El buen pastor
(Benedicto XVI - Homilía Misa de Inicio Oficial de su Pontificado 24/04/2006)
* Imagen: Dibujo de Roberto Treverton S.C.V. - 2004
jueves, 18 de agosto de 2011
«Que nada ni nadie os quite la paz. No os avergoncéis del Señor»
viernes, 29 de julio de 2011
Dios actúa, confía en Él

En una conversación, de esas que duran más de lo que uno cree, una persona me comentaba que en un momento de su vida estuvo bastante metida en labores de ayuda social en una parroquia, y que hoy en día no sabe si es agnóstica o creyente (este post lo escribo a petición suya); en resumen me decía que en un momento para ella la oración se empezó a convertir en una acción algo hueca y tediosa, a esto se sumaba la insatisfacción de no poder resolver problemas personales; por estas razones frente al santísimo ella se formulaba una pregunta en el interior que más o menos decia: ¿Para que insistir en la oración si siento ó parece que Dios no actúa?. La verdad no es fácil responder a esa pregunta, pero no deja de estar ligada a una experiencia de vida, bastante común dicho sea de paso.
Antes que nada hay que comprender que las sensaciones no lo son todo en la vida, y que estas no necesariamente son el mejor indicador para juzgar la realidad; inclusive los sentidos como la vista, el tacto y el gusto se equivocan ante la presencia de Dios 1, pero esto no significa que no seamos capaces de él. La confianza en Dios es algo gradual, casi como un ejercicio y como todo ejercicio al inicio te incomoda un poquito, los que recuerden el primer día de ir al gimnasio podrán dar razón de esto; ahora muy aparte de ese tema … se puede decir que Dios no actúa?, si es que lo puedes decir (hablar) es que estas vivo, y la vida en sí misma es un don de Dios, o es que acaso el sol no ha salido hoy como sale cada día? o es que el agua en la tierra se ha secado? … Dios si actúa, Dios tiene un plan y hay que maravillarse de poder participar en él; una cosa es que no tengamos la agudeza necesaria para percibir la acción de Dios y otra muy, pero muy distinta que Dios no actúe. Dicho esto, habría que profundizar y preguntarse ¿Por qué nos cuesta percibir la acción de Dios en nuestra vida?.
Para ejercitarse en la presencia de Dios es aconsejable vivir la eusébeia que significa propiamente piedad, pero en el sentido explícito de una gran reverencia hacia Dios y su plan; la piedad es fruto de un sostenido y continuo ejercicio que, con el tiempo, se hace buen hábito 2, y como decía líneas arriba al principio cuesta pero si le ponemos empeño y constancia a nuestra oración los frutos aparecerán . Los ejercicios físicos son de poca utilidad; la piedad, en cambio, es útil para todo, porque encierra una promesa de Vida para el presente y para el futuro.(1 Tim 4,8).
Ahora bien, estos frutos no necesariamente son los que uno espera o los que a uno le gustarían, Dios sabe bien qué es lo mejor para cada uno de nosotros, la confianza es la clave pero si lo vemos de otra forma ¿qué pasaría si en vez de exigirle que actúe como queremos, Dios quiere actuar a través de nosotros?. Por ahí que Dios está resolviendo nuestros problemas de una forma que ni nos imaginamos, no le pidamos a Él que esté a nuestro servicio sino más bien estemos nosotros al servicio de Dios. No todo en la vida es perfecto, es cierto, pero esta vida con sus alegrías y problemas merece ser vivida al máximo, según lo que Él (que es el mismo amor) quiere; preguntarse por el Plan de Dios no debe darnos miedo porque siendo sinceros ante los problemas y preguntas de toda la historia de la humanidad ... las respuestas de Dios han sido siempre mejores a las de los hombres.
1. Santo Tomás de Aquino, Adoro te devote.
2. Kenneth Pierce, La escalera espiritual de San Pedrro, FE 2010 - pag. 154 y 158
domingo, 24 de julio de 2011
jueves, 14 de julio de 2011
¿Por qué existe la maldad?
domingo, 10 de julio de 2011
¿Hay racionalidad en la fe?

lunes, 20 de junio de 2011
El pan más caro del mundo
domingo, 29 de mayo de 2011
... Sé Valiente, espera en el Señor ...
del sacrificio y de muchas otras cosas huímos porque queremos una vida fácil,
le tenemos miedo al fracaso...
No obstante seguimos ... conseguimos nuestras metas y objetivos, sin embargo
aún estando arriba, caemos.
Queremos aferrarnos al éxito sabiendo bien que es pasajero,
aunque experimentando soledad, incomprensión y muchas dificultades
aunque el mundo nos jale, debemos luchar contra la corriente...
Con heridas y miedo, no perdamos la esperanza ...
seamos valientes en el sacrificio ... no nos guardemos nada.
Pues aún cuando todo parezca perdido ... El padre aparecerá ...
nos abrazará y curará las heridas.
"En el mundo tendréis tribulación ... pero ¡Ánimo!: YO HE VENCIDO AL MUNDO" (Jn 16, 33)
martes, 24 de mayo de 2011
Exponer el corazón al apostolado
martes, 17 de mayo de 2011
¿No es razonable que Dios exista?

Fuente: Fe y Razón
martes, 10 de mayo de 2011
¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes?

Lo primero que se me vino a la mente cuando lo leí fue “Que bravo eh”, y es que leer esto frente al santísimo samaquea, hasta podría decir que te deja un poco desconcertado, empezando por que el Señor no se olvida de ti, como tú a veces si de él, está siempre a tu lado y además de esto te cuida, con sus caminos y a su manera pero te cuida. No olvidemos que Él es quien más sabe, por algo es Dios. ¿Que distinta seria la vida si en verdad tuviéramos presente esto no?. Lo que sigue es para cada uno de nosotros algo fuerte, tan fuerte que no nos puede dar igual pasarlo por alto. Creo que es algo que (dependiendo de como nos aproximemos) sobrecoge y maravilla, pero otras veces es fuente de todas las tentaciones … El hombre es capaz de Dios, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios. En esta vida con sus caídas y sus alegrías, con los temores y sus luchas tenemos oportunidad de elevar nuestra naturaleza, tenemos oportunidad de parecernos un poco más al Señor y hasta probar un pedacito de cielo en la eucatistia; como digo, podemos tomar alguna de las “posiciones” mencionadas antes pero nunca podremos ser totalmente indiferentes, es algo tan grande, fuerte e importante que definitivamente no puede quedar en mera lectura ya que, nos guste o no, el acoger o negar esto compromete más de lo que usualmente queremos.
Todo fue puesto a nuestros pies, desde el inicio en el Edén el hombre fue invitado a ser una especie de cooperador, en la historia de la humanidad con más bien que mal (estoy convencido que si en el “balance general de la historia” el mal estaría por encima del bien la Iglesia habría desaparecido hace mucho, aunque esto no quita que nosotros como Iglesia tengamos un pasivo a sanear en el presente y futuro de la humanidad, pero bueno ...) el hombre ha tenido siempre el papel estelar, y hoy en día con muchos o pocos avances tecnológicos el hombre sigue siendo convocado por Dios a responder a esta llamada. El hombre es responsable inmediato de su historia, pero esta responsabilidad no es legitima si es que no se despliega según su identidad.
La identidad de un ser humano hoy en día puede ser reconocida por la huella dactilar, es asombroso pues no hay dos iguales en el mundo, no obstante seguramente todas deben tener algo en común, y es que en cada una de ellas hay una huella de Dios, un llamado a la santidad. Pues precisamente hoy, y más aún teniendo a un reciente beato Juan Pablo II, todo católico renueva ese profundo deseo de responder al llamado de ser santo, pero por si es que este ardor se va desvaneciendo poco a poco a medida que pasan las semanas hay que acordarse de que no sólo el Papa Benedicto XVI, o el párroco de tu la iglesia quieren que seas santo, es el Señor de la creación, el mismo Dios quien te quiere santo!. No hay mayor ideal, combatir fijos los ojos en el Señor Jesús. Por Cristo, con Cristo y en Cristo. Esto en la realidad, en lo cotidiano parece como un curso con pura teoría y más bien nada de práctica, como un sonido sin armonía ... pero ya lo dice San Pablo si no tengo amor, soy como campana que suena o címbalo que retiñe(1 Cor 13); y esa es la clave para la lucha en la vida cotidiana: el amor. Si nos esforzamos por ir añadiendo, poco a poco, amor a nuestros gestos y acciones, ofreciendo en las dificultades y obedeciendo amorosamente el plan de Dios iremos avanzando ... la conciencia estará tranquila si damos todo lo que podemos y lo que no podemos se lo dejamos a Dios que como decia al principio no nos deja solos y cuya gracia nos asiste siempre.