Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

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domingo, 24 de julio de 2011

¿Qué buscas?

sábado, 19 de marzo de 2011

Ser católico de verdad

martes, 22 de junio de 2010

El Facilismo

El facilismo es uno de los males que acecha constantemente a la persona humana, podríamos decir (tarde para dárselas de sabelotodo) que es una tendencia a elegir siempre las opciones que implican menos esfuerzo para llegar a una determinada meta, pues bien, no tiene nada de malo que existan momentos fáciles en nuestro entorno ni que la vida tenga circunstancias más simples que otras, sin embargo si hay un problema cuando se le huye a lo difícil y se es capaz de buscar cualquier excusa para optar siempre por lo fácil. En estos tiempos la búsqueda de comodidad y placer tienen inmerso un mensaje con alto contenido "facilista": el cine, los autos, la ropa, los negocios, etc. En lo cotidiano tiene también un lugar, por ejemplo cuando un colegial prefiere copiar de su "minúsculo resumen" bajo la manga en pleno examen, en vez de estudiar el tiempo necesario o quizás una persona al mando de una empresa cuando le parece mejor optar por reducir personal para ahorrar costos, importándole poco dejar sin trabajo a personas con familia y ¿Qué de la decisión de una pareja de tener o no tener un hijo?, que implica un sacrificio en sí mismo. Diariamente estos y muchos otros ejemplos aparecen en la vida de personas como nosotros y es algo que, aunque queramos, no podemos evitar.

Sin embargo, al decidir siempre por lo más fácil de alguna u otra forma se va perdiendo capacidad de esforzarse un poco más, de ponerse en el lugar de otro (puesto que busco lo más fácil para mí antes que para otros) se va ganando un hábito de no-sacrificio y todo esto inclusive nos hace ser menos profundos en nuestro discernimiento al optar por lo que realmente nos hace mejores personas, inclusive se pierde la brújula al optar por decisiones que van en contra de nuestra naturaleza de "ser persona".

Ahora bien, este panorama no siempre se ve tan oscuro, aún hay chicos que inclusive haciendo resumen estudian lo suficiente como para no necesitarlo durante el examen, hay directivos que prefieren desarrollar capital humano y personas que comprometidas ayuden a hacer una empresa eficiente, y hay también (gracias a Dios), no pocas parejas que siguen luchando contra la madrugada, los pañales y el biberón, que reservan un tiempo para estar juntos y educar a su hijo, y que no importando cuan difícil les haya sido educar al primero, agradecen a Dios la oportunidad de tener el segundo y el tercero. Pues una cosa si es sencilla, preguntense: ¿Alguna cosa que valga la pena en la vida es fácil? que la respuesta a esa pregunta este siempre antes de caer en facilismos.

Un video que habla de la Sobrepoblación, a ver quién enlaza las ideas

jueves, 13 de mayo de 2010

Sí, Respiro

Es interesante como en los momentos que uno menos piensa o en las situaciones menos esperadas uno empieza (o vuelve a empezar) a ver las cosas con más claridad que antes: un encuentro fortuito, una mirada, una sonrisa, un diálogo, la naturaleza, etc., es como que, sin buscarlo, ante una pregunta difícil alguien te responda en el lugar preciso, en el momento justo, con la respuesta correcta. No es fácil de explicar, pero esa frasecita de “la vida es todo aquello que te ocurre mientras planeas tu futuro” sumada a “en la vida todo depende de uno mismo, menos la misma vida” te toman, te samaquean y hacen un aterrizaje forzoso de la propia vida en pocos segundos. Interiorizarlo a veces se complica, con el poco tiempo que nos dejan los deberes y responsabilidades además de nuestra superficialidad (y la de otros) al acecho, esa capacidad de ir a lo esencial casi por inercia se valora mucho, pero muchísimo más.
Madurar, en verdad, cuesta.Y es bueno que cueste porque así uno más lo valora. Es bueno entrar sin miedo a meternos con nosotros mismos, Y ... hay que ser hidalgos en reconocerlo, no estamos aquí por casualidad. Estamos llamados a algo. Aunque no lo comprendamos del todo, de repente no entra en las categorías que manejamos y aunque no nos de la gana de aceptar o aunque no nos guste, si nosotros no somos eso a lo que estamos llamados, si no respondemos según nuestras capacidades y posibilidades… nadie, pero NADIE lo hará por nosotros.

Y va más allá de creerse indispensable, más bien es abrirse, ser sincero con uno mismo: Dios sabe más de lo que sé yo, ¿por qué no preguntarle?

Creo que podemos desordenarnos mucho si es que no vamos a lo que realmente importa, las emociones traicionan, somos humanos, y por eso mismo creo que hay algunas ideas que tenemos que pensar y repensar. Por ejemplo, algo que debemos tener muy presente, al menos por ahora, es de que cada noche antes de dormir si tenemos la conciencia más o menos tranquila con lo que pensamos, sentimos y hacemos a lo largo del día, al menos (creo) no nos vamos directito al infierno, y si Dios nos da otro día más de vida, pues a empezar de nuevo… el camino del cristiano siempre es una pendiente a subir.

Si en este camino, uno con su esfuerzo (en poquedad ó abundancia) experimenta esa serenidad de saber que la brecha entre lo que esta llamado a ser y lo que es, poco a poco, se va haciendo más pequeña… siente realmente que respira, uno se cansa un poco es verdad, pero respira; aunque nuestras incoherencias nos hagan dudar de esto es importante procurar tener una perspectiva amplia y objetiva de la propia vida. Esto, por ahora basta, y lo único que nos da esa serenidad es estar en gracia... encontrarla no es difícil, BÚSCALA en la eucaristía que la tenemos al alcance TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO. No claudiques, sé fuerte, y reza para que jamás nos cansemos de levantarnos cuando nos caemos.