Con relación a las acusasiones la periodista Martha Meier, en un artículo publicado en el diario peruano El Comercio, señala: "el abuso sexual a niños preadolescentes por sacerdotes es la excepción y no la norma. Las cifras revelan que es una situación poco común que involucra al 0,3% del clero". Sincera y firmemente nosotros católicos podemos responder a las personas que atacan a los sacerdotes en general diciendo que son pedófilos, como indicó el ex presidente de la Conferencia Episcopal Peruana, Monseñor Luis Bambarén: "Hay un Judas pero también hay once apóstoles". Y es que es cierto, debemos responder con toda razón!: ¿Por qué nadie se digna publicar sobre la actividad pastoral que tantos y tantos sacerdotes han realizado y realizan en los lugares donde no llegan ni los gobiernos ni las ONG's, ni la ONU, ni nadie?, ¿Quiénes son los que más protestan contra los atentados contra la vida y la familia? ¿Diganme quién estan intentado destruir desde hace más de dos mil años?.
No obstante una vez más la Santa Madre Iglesia demuestra su sabiduria al actuar con prudencia y manejar esta delicada situación, la firmeza con la que el Santo Padre lo ha afrontado, sin esconderse, dando la cara ... seguramente meditando: "...Simón, Simón, mira que Satanás ha pedido zarandearlos a ustedes como si fueran trigo. Pero yo he orado por ti, para que no falle tu fe. Y tú, cuando te hayas vuelto a mí, fortalece a tus hermanos..." (Lc 22:31-32). Ha sido admirable esta actitud, tanto que hasta personajes reconocidos que no son católicos han mostrado su adhesión y solidaridad con Benedicto XVI al denunciar esta malintencionada persecusión.
Y esto no ha hecho más que sacar a la luz opiniones completamente neutrales (no lo dicen sólo los católicos) y totalmente objetivas sobre cuánto da, sufre, hace y ama la Iglesia Católica en comparación con las personas e instituciones que critican y agreden públicamente al Santo Padre. Bien decía San Pablo: "...nada podemos hacer contra la verdad, sino sólo a favor de la verdad ..." (2 Cor 13:8). Y es que tarde o temprano saldrá a la luz ... Ahora bien, los católicos tenemos que defender a nuestra Iglesia, especialmente los laicos, si no lo hacemos nosotros ¿Quién lo va a hacer?. No tenemos que escondernos tras una sotana y esperar que un obispo dé la voz, lo que tenemos que decir hay que decirlo, y hay que decirlo fuerte!.