Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

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lunes, 14 de febrero de 2011

Flame: El amor verdadero

domingo, 16 de enero de 2011

Sólo los Santos Cambiarán el Mundo - Parte 2

La Santidad es algo que a veces parece imposible, pero es un llamado a vivir a plenitud el amor; lejos de buscar estar en las estampitas y los altares, la persona que recorre este camino entiende que en la Iglesia Católica hay personas comunes y corrientes que nos han demostrado que no sólo es posible, sino que es una obligación para todos. El santo ha dejado de ser quien no es para descubrir su identidad en Cristo, porque lo que ves tú ó los demás no necesariamente es lo que eres pero sobre todo porque permaneciendo en quien eres vives en verdadera libertad. La santidad se consigue día a día, la construyes poco a poco, con autenticidad, siendo fiel al Señor que te enseña a ser fiel a ti mismo. Es la lucha por vivir con coherencia, según lo que uno piensa según lo que dice, ahí se abre una dimensión en la que Dios Padre tiene el papel central porque Él que se ha hecho hombre le revela al propio hombre quien es. 1

Al vivir esta dimensión se va develando algo fundamental, las coordenadas de tu vida son las que Dios pone y las que tienes que aprender a leer en tu día a día. Él habla constantemente, la historia de tu vida tiene direcciones que apuntan a lo que el Señor quería para ti y lo que tú querías para ti. Es hermoso cuando en algunos casos coinciden, y en los que no, aunque no siempre suscitaron al momento una experiencia agradable, definitivamente te han ayudado a crecer como persona.

Estas coordenadas no son pistas ocultas que tienes que encontrar e interpretar, Dios no juega con tu vida, Dios habla en las cosas sencillas y concretas solo hay que ejercitarse en preguntar por el Plan de Dios todos los días de tu vida.

Buscando ser un reconciliador permanentemente reconciliado, ordenando tu corazón y tu vida, trabajando todo lo que tienes que trabajar, estudiando todo lo que tienes que estudiar, rezando lo que hay que rezar, descansando lo que hay que descansar. Una vida ordenada, con todos los componentes en su sitio, es de por sí una coordenada que da el Señor y con esta se descubren mas coordenadas: en la tolerancia, en la esperanza, en la exigencia y la perseverancia, en las personas que quieres y curiosamente también en las que no.

Si toda tu vida está en orden y te esfuerzas por vivir según el Señor tarde o temprano llega lo que tanto esperas, se resuelve lo que no sabes resolver, terminas lo que al empezar te parecía imposible, inclusive a nuestros ojos el propio camino no se hace ni más fácil ni más difícil, pero indefectiblemente si se hace más hermoso.

Todo empieza por teñir de amor sencillas acciones y firmes decisiones, lo descrito pareciese muy trillado, pero es realidad; una clave de andar en lo correcto es la alegría, que te impulsa a ayudar a las demás personas, a hacer apostolado. En tus esfuerzos de evangelizar, por más diminutos e insignificantes que parezcan, continua comprometiéndote; esto permite que te despliegues mirando un horizonte que tiene forma de cruz pero que te lleva a vivir con esperanza, con la convicción de que El señor lo pequeño lo hace grande.


1. Juan Pablo II, Constitución Pastoral Gaudium Et Spes n°22

miércoles, 8 de diciembre de 2010

"Hágase, Señor"

"...Tu corazón se abría como una playa humilde, sin diques fabricados,
y en la arena sumisa de tu carne el mar de Dios entraba enteramente.
Niña del sí, perfecto en la alabanza como una palma de Cadés invicta;
jugoso en la alegría rebrotada, como la vid primera;
pequeño como el viento de un párpado caído, y poderoso
como el clamor del Génesis.

Niña del sí desnudo, como un tallo de lirio
bajo el filo implacable de la Gloria...
Cuanto más cerca de la Luz vivías,
más en la noche de la Fe topabas, a oscuras, con la Luz,
y más hondas raíces te arrancaba tu sí, ¡niña del sí más lleno!

Tú diste más que nadie, cuando más recibías, infinita de seno y de esperanza.
¡Tú creíste por todos los que creen y aceptaste por todos...!
Creías con los ojos y con las manos mismas, y hasta a golpes de aliento
tropezaba tu fe con la Presencia en carne cotidiana.

Tú aceptabas a Dios en su miseria, conocida al detalle, día a día:
en las especies torpes del vagido
y en las especies del sudor cansado
y en el peso vencido de la muerte...
¡Rehén de la victoria de la Gracia, fianza de la tierra contra el Cielo,
gavilla de cordera, presentada y encinta!
Porque has dicho que sí,
Dios empieza otra vez, con tu permiso, niña del sí, María..."



Extracto del poema Niña del sí - Pedro Casaldáliga

domingo, 1 de agosto de 2010

Misericordia, PURA misericordia

Quiero compartir una vivencia que he tenido en estos días de descanso, sobre la misericordia de Dios, curiosamente no a través de lo sentimental (aunque el sentimiento interviene) sino en lo intelectual-espiritual. Comparto los textos y el video que suscitaron esta experiencia y que seguramente tocará también a muchos de ustedes.


"Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Él manifiesta su amor predilecto para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; como un padre siente ternura por sus hijos, así sientes tú ternura por tus fieles.Por eso te alabamos y te damos gracias, y, con los ángeles y los santos, cantamos tu bondad y tu fidelidad, proclamando el himno de tu gloria"
Fragmento de la Plegaria Eucarística


"Donde abundo el pecado sobreabundó la gracia"
Romanos 5:20




lunes, 5 de julio de 2010

Si te buscan, no te escondas


El domingo pasado tuve la oportunidad de dar una plática en un retiro de confirmación, al terminar el retiro conversaba con uno de los muchachos y me contaba que le interesaban los negocios y las empresas, y en el diálogo me decía que ser cristiano hoy en día es un riesgo, luego de pensarlo un poco le dije que sí, que en cierta forma lo es, sin embargo no deberia darnos miedo si nos fijamos en el aval que pone el señor: la eternidad.

¿Cuál es el riesgo?, pues morir al mundo y esto implica… ¿Dejar de ganar dinero? Pues el dinero seguirá teniendo valor e igual necesitarás un poco de vez en cuando. Si lo quieres calcular y te gustan los números es dar 1 y recibir 100. ¿Dejar de ser alguien?, No!, Irás descubriendo poco a poco tu identidad y sin importar el país, apellido, trabajo ó posición social nunca jamás debes dejar de ser tu mismo. ¿Olvidarse del placer, de la comodidad?, pues no del todo. El placer y la comodidad en sí mismos no son malos, mientras ocupen el lugar adecuado en tu vida. Dios nunca te va a pedir nada que tú no puedas hacer.

Tomando en cuenta esto, uno toma conciencia que es una ganga!, la mejor decisión que uno puede tomar es entregarle la vida al Señor Jesús, apostar por él es la mejor respuesta, la mejor decisión. Pero hay otra cuestión en juego, y al margen de todo lo anterior, es cierto que la verdadera razón por la que no confiamos más en El Señor es porque nos cuesta olvidarnos de nosotros mismos, nuestro orgullo, dejar de afirmarnos y pensar que solos podemos. Lo que cuesta de verdad es negarse uno mismo, dejar de estar dividido y entregarse por completo.

Porque Cristo no necesita un pequeño espacio, su gracia quiere obrar en tu vida entera… no le quites espacio de acción, siendo nuestro corazón tan limitado no podemos simplemente darle la mitad ó un 75%, Él te quiere por completo, acuérdate que no lo has escogido tu a Él, sino que Él te ha escogido a ti. Esto es lo más bonito, que la iniciativa la ha tomado ya Jesús, y que aunque algunas cosas no nos gusten ó no lleguemos a comprender del todo otras, lo único seguro es que de verdad te ama, toca tu puerta, y es el que con más ansias te ha buscado, te busca y te seguirá buscando hasta en donde tú de Él te quieres esconder.

martes, 22 de diciembre de 2009

¿Quién nos separará del amor de Dios?

A finales de cada año muchas personas hacen un balance sobre como les fue en estos doce meses ... trabajo, estudios, objetivos, relaciones, responsabilidades, vida espiritual, etc. Algunos no dejan la vida espiritual para el final, pero lamentablemente si es común ir postergándola o al menos no ponerla en el lugar que amerita.

Por alguna razón (a pesar de ser tiempo de Navidad) esto genera una especie de distanciamiento con Dios. Y es que a medida que va pasando el tiempo una sensación de incoherencia entre lo que Dios propone y lo que nosotros hacemos intenta asentarse, como queriendo generar una gran grieta entre nuestra vida y nuestra fe. Para los que nos cuesta horrores ser constantes es importantísimo renovar nuestra confianza en el Señor, pelear por ello, porque la rutina acecha, no descansa y busca ganar terreno día a día.

Esta lucha de buscar permanentemente el plan de Dios cuesta, pesa, duele ... más de una vez tendremos la tentación de dejar de esforzarnos, de racionalizar la situación ... de no querer dejar nuestro ego, de echarle la culpa a alguien.

Tenemos que empezar a querer cada vez más y más lo que quiere el Señor de nosotros, confiar y dejar atrás todas nuestras preocupaciones, tristezas,ansiedades y temores en sus manos. Hacer una especie de ejercicio en el cual con la mente, el corazón y nuestros actos buscamos decirle a Dios: "Señor, esto me agobia, no puedo más pero te lo ofrezco a ti". Es curioso, pues en más de una ocasión (no sólo en Semana Santa) pedimos ser "cireneos", ayudarle a Él a cargar su cruz, pero (como en la imagen de arriba) pareciese que el que pone el hombro y nos ayuda a seguir cargando es el mismo Señor Jesús.

Y algo muy bonito es darse cuenta que sólo los verdaderos amigos están dispuestos a esto ... a ayudarte a cargar cuando le faltan fuerzas, en la caridad es palpable ese dar TODO sin recibir NADA a cambio, donarse una y otra vez por el otro, y este otro gastarse y desgastarse por uno. Da de lo tuyo, sólo en el amor se hace concreto el servicio.

Una entrega, un darse, un servicio que es común. Es adherirse, conformarse. Es común unión. En la tribulación, en proyectos fallidos ... en lo finito de las peticiones que le exigimos descubrimos que la misericordia de Dios no se agota nunca.

"¿Quién nos separará del amor de Dios? ¿La tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada? ... Por tu causa somos muertos todo el día; tratados como ovejas destinadas al matadero. Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó".

Romanos 8, 35

sábado, 31 de octubre de 2009

Víspera de la Solemnidad de Todos los Santos

Hace ya un tiempo que queria postear este video, me parece muy interesante ... la letra de la canción encarna un poco lo que vivieron estas personas... frágiles, que pudiendo esconderse no lo hicieron, que cooperando con la gracia, no le huyeron al llamado de Cristo, y firmemente optaron entre vida y muerte. Creo que siempre el primer dia de Noviembre nos llama a reflexionar mucho a los jóvenes católicos, Primero porque el día anterior hacemos también una opción entre Halloween (cultura de muerte) y cualquier otra diversión sana, más que una simple elección ... es una situacion en la que tenemos que testimoniar nuestra coherencia como católicos.

Segundo porque es sorprendente y cuestionante saber que no solo celebramos a las personas que son proclamadas santos por la Iglesia Católica, sino también a todos los que no han sido formalmente reconocidos como tales ... como alguna vez dijo el Papa, afortunadamente hay muchos más santos que los que la Iglesia puede canonizar. Y tercero porque nos lleva a ser sinceros en lo más profundo de nuestro corazón, a tomar consciencia que Dios nos pide esto. No se trata sólo de hacer una evaluación de cuan santo fui este año o el otro, o de desanimarnos por nuestra falta de firmeza en alguna situación particular, sino más bien de renovar un compromiso, nuestra respuesta a nuestra común vocación: la santidad.

Pues uno nunca sabe, quizás nuestro esfuerzo por ser santos haga que otros quieran ser santos ó que en nuestras amistades hayan personas que esten ya caminando rumbo a la santidad, sino preguntenle a alguna persona que conoció a un santo ... Por ahí no es algo espectacular, pero contagia. Ayuda a levantarte pero también se cae, Es distinto pero no paranormal, es para todos sin distinción alguna y lo más importante es algo cotidiano.



"La vocación del cristiano es la santidad, en todo momento de la vida. En la primavera de la juventud, en la plenitud del verano de la edad madura, y después también en el otoño y en el invierno de la vejez, y por último, en la hora de la muerte."

Juan Pablo II