Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

sábado, 18 de julio de 2009

La oración mi refugio


Muchas veces busco el momento perfecto y la ocasión precisa. Mis inseguridades me llevan a buscar esto hasta donde no existe. Pero siendo francos ... esto no me ha llevado a ningún lado ... Qué diferente es la sensación de darse cuenta que todo sale bien a la primera; comparada con la experiencia de ver que todas las piezas del rompecabezas van encajando poco a poco, pues ... para que algo encaje hay que probar, no entra a tallar el azar ... para nada. Y probar algunas veces implica también arriesgar ... muchas otras equivocarse. He ahí la lucha de siempre, luchar contra el miedo a fracasar. Es decir.....¿De verdad se me hace tan difícil pelear contra mis miedos?... ó... ¿Es que acaso creo que nunca pude triunfar ante ellos?.

Ahora bien ... ¿Por qué me preocupo tanto?, ¿Por qué todas estas cosas me agobian?... El miedo existe, no puedes hacer como si no existiese, pero estoy seguro que el miedo cede unicamente ante el amor, Y Dios mio... acaso no busco también amar? ... ¿Y quién puso ese deseo en mi si no tú?... Me cuadriculo sin saber porque, me enredo...pero en realidad Él sabe más que yo, que Él haga lo que yo no puedo hacer...Qué es lo que me falta para entender de una buena vez que Dios no sabe fallar!. Si dejo todo en sus manos, si confío en vez de decir "debo confiar", si tengo la certeza de que puedo firmarle un cheque en blanco. Si me doy cuenta que en este abandono, yo me encuentro.

Levantar la cabeza y levantar el corazón, elevar mi vida entera, tiene que ser cosa de todos los días. Avanzar ... no importa si es pasito a pasito, que en la lucha y la gracia de ganar ese poquitico, pierdo con facilidad un "gran retroceso". Cuando dejaré de tener esa sensación de que siempre pude dar más?. Como haré que su sacrificio sea también mi sacrificio?, hasta la ultima gota. Por completo de Cristo, y mi alma en paz. Cansado, pero contento.

La oración mi refugio, Cuando vengo a buscar al Señor en el sagrario, tengo la certeza de que todo lo que he venido a buscar, lo voy a encontrar. Que puedo ofrecerle mis gozos y mis fatigas, que siempre me escucha, y que tiene algo que decirme. Que a pesar de las tormentas, con Él sigo navegando siempre, y en Él hay un horizonte, una dirección. El sabe lo que más necesito, Él conoce mejor que nadie cuanto me cuesta, cuanto puedo dar; lo que tengo y lo que no tengo que hacer... y en mis fragilidades, voy entendiendo que no importa cuan mal me ha ido, o cuan bien quiero que me vaya, sino que aquí y ahora hay un día completito por santificar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario