Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

viernes, 28 de mayo de 2010

Sacerdote: Protagonista y testigo de una heroicidad vivida en secreto


Extracto de la carta que el sacerdote salesiano Martín Lasarte, desde hace 20 años en Angola, envió al diario New York Times relatando estremecedoras historias de sacerdotes que entregan sus vidas hasta límites insospechados.

«No es noticia que un sacerdote de 75 años, el padre Roberto, por las noches recorra las ciudad de Luanda curando a los chicos de la calle, llevándolos a una casa de acogida, para que desintoxiquen de la gasolina, que alfabetice cientos de presos; que otros sacerdotes, como el padre Stefano, tengan casas de pasaje para los chicos que son golpeados, maltratados y hasta violentados y buscan un refugio. Tampoco que Frei Maiato con sus 80 años pase casa por casa confortando a los enfermos y deseperados.Que más de 60.000 de los 400.000 sacerdotes, religiosos hayan dejado su tierra, su familia para servir sus hermanos en leproserías, hospitales, campos de refugiados, orfanatos para niños acusados de hechiceros o huérfanos de padres que fallecieron con sida, en escuelas para los más pobres, en centros de formación profesional, en centros de atención a seropositivos… o sobre todo en parroquias y misiones dando motivaciones a la gente para vivir y amar».

«No es noticia que, mi amigo, el padre Marcos Aurelio, por salvar a unos jóvenes durante la guerra en Angola, los haya transportado de Kalulo a Dondo y volviendo a su misión haya sido ametrallado en el camino; que el hermano Francisco, con cinco señoras catequistas, por ir a ayudar a las áreas rurales más recónditas hayan muerto en un accidente en la carretera; que decenas de misioneros en Angola hayan muerto por falta de socorro sanitario, por una simple malaria; que otros hayan saltado por los aires , a causa de una mina, visitando a su gente. En el cementerio de Kalulo están las tumbas de los primeros sacerdotes que llegaron a la región... Ninguno pasa de los 40 años».

Más adelante apunta que para ciertos medios «no es noticia acompañar la vida de un sacerdote "normal" en su día a día, en sus dificultades y alegrías consumiendo sin ruido su vida a favor de la comunidad que sirve».

«La verdad es que no procuramos ser noticia, sino simplemente llevar la Buena Noticia, esa noticia que sin ruido comenzó en la noche de Pascua. Hace más ruido un árbol que cae que un bosque que crece», subraya.

«No pretendo hacer una apología de la Iglesia y de los sacerdotes -añade-. El sacerdote no es ni un héroe ni un neurótico. Es un simple hombre, que con su humanidad busca seguir a Jesús y servir sus hermanos. Hay miserias, pobrezas y fragilidades como en cada ser humano; y también belleza y bondad como en cada criatura. Insistir en forma obsesionada y persecutoria en un tema perdiendo la visión de conjunto crea verdaderamente caricaturas ofensivas del sacerdocio católico en las que me siento ofendido», afirma.

Y concluye: «Sólo le pido amigo periodista, busque la Verdad, el Bien y la Belleza. Eso lo hará noble en su profesión».

viernes, 21 de mayo de 2010

Conocerse para elegir ó Elegir para conocer

Ser respuesta ante los problemas que aqueja nuestra realidad deja de ser una opción y se convierte en responsabilidad a medida que vamos entrando en nuestro interior y vamos preguntando cuál es nuestra verdadera identidad, a qué estamos llamados. En la medida que vayamos teniendo más luz respecto a quiénes somos y hacia dónde vamos, la elección de las distintas posiciones que juguemos ante los problemas irá cayendo por su propio peso.

Esta el pesimista, cuya visión negativa y poco reconciliada, lejos de "ser realista" termina poniendo más trabas al propio problema, ó quizás el indiferente que sucumbe ante el miedo de saber que ser parte de algo compromete, y comprometerse implica tanto ajustarse para dar como abrirse para recibir. Ni qué decir del triunfalista, del "buen orador" que no llega a tomar conciencia de lo importante que es dejar de predicar: "la palabra mueve, pero el ejemplo arrastra" para simplemente ponerlo en práctica.

Todos estos ejemplos no dejan de ser justamente eso: posiciones, algunos ya pasamos por estas otros probablemente no, pero hay algo que es seguro, si nos quedamos en cero, si no hacemos nada jamás sabremos que efecto pudo tener en las demás personas nuestra respuesta (si no quedo claro repetiré esta palabra: JAMÁS).

No habrá cabida para excusas, es definitivo, pues por más poco preparado que uno se descubra y sin importar cuántas personas te acompañen con tu respuesta, si uno termina respondiendo según quién es no experimentará ese sin sabor en lo más profundo que deja la pregunta ¿Y qué hubiera pasado si ...?.

jueves, 13 de mayo de 2010

Sí, Respiro

Es interesante como en los momentos que uno menos piensa o en las situaciones menos esperadas uno empieza (o vuelve a empezar) a ver las cosas con más claridad que antes: un encuentro fortuito, una mirada, una sonrisa, un diálogo, la naturaleza, etc., es como que, sin buscarlo, ante una pregunta difícil alguien te responda en el lugar preciso, en el momento justo, con la respuesta correcta. No es fácil de explicar, pero esa frasecita de “la vida es todo aquello que te ocurre mientras planeas tu futuro” sumada a “en la vida todo depende de uno mismo, menos la misma vida” te toman, te samaquean y hacen un aterrizaje forzoso de la propia vida en pocos segundos. Interiorizarlo a veces se complica, con el poco tiempo que nos dejan los deberes y responsabilidades además de nuestra superficialidad (y la de otros) al acecho, esa capacidad de ir a lo esencial casi por inercia se valora mucho, pero muchísimo más.
Madurar, en verdad, cuesta.Y es bueno que cueste porque así uno más lo valora. Es bueno entrar sin miedo a meternos con nosotros mismos, Y ... hay que ser hidalgos en reconocerlo, no estamos aquí por casualidad. Estamos llamados a algo. Aunque no lo comprendamos del todo, de repente no entra en las categorías que manejamos y aunque no nos de la gana de aceptar o aunque no nos guste, si nosotros no somos eso a lo que estamos llamados, si no respondemos según nuestras capacidades y posibilidades… nadie, pero NADIE lo hará por nosotros.

Y va más allá de creerse indispensable, más bien es abrirse, ser sincero con uno mismo: Dios sabe más de lo que sé yo, ¿por qué no preguntarle?

Creo que podemos desordenarnos mucho si es que no vamos a lo que realmente importa, las emociones traicionan, somos humanos, y por eso mismo creo que hay algunas ideas que tenemos que pensar y repensar. Por ejemplo, algo que debemos tener muy presente, al menos por ahora, es de que cada noche antes de dormir si tenemos la conciencia más o menos tranquila con lo que pensamos, sentimos y hacemos a lo largo del día, al menos (creo) no nos vamos directito al infierno, y si Dios nos da otro día más de vida, pues a empezar de nuevo… el camino del cristiano siempre es una pendiente a subir.

Si en este camino, uno con su esfuerzo (en poquedad ó abundancia) experimenta esa serenidad de saber que la brecha entre lo que esta llamado a ser y lo que es, poco a poco, se va haciendo más pequeña… siente realmente que respira, uno se cansa un poco es verdad, pero respira; aunque nuestras incoherencias nos hagan dudar de esto es importante procurar tener una perspectiva amplia y objetiva de la propia vida. Esto, por ahora basta, y lo único que nos da esa serenidad es estar en gracia... encontrarla no es difícil, BÚSCALA en la eucaristía que la tenemos al alcance TODOS LOS DÍAS, HASTA EL FIN DEL MUNDO. No claudiques, sé fuerte, y reza para que jamás nos cansemos de levantarnos cuando nos caemos.

domingo, 2 de mayo de 2010

¡Gracias por ser Sacerdote!

Sacerdote, hoy mi espíritu te ha ungido y sabes ya que eres mío, no te perteneces más. Ahora te envió a los hombres que amo, hazles sentir que es muy grande el amor que les tengo.
Sacerdote, tu tendrás una cruz pesada, yo lo sé, mas recuerda que contigo la cargo yo.

No dejare que su peso te aplaste, el cáliz que tú has de beber beberé yo primero. Tocaras las miserias del hombre más profundas y la angustia que arranca la paz en el corazón. Y vendrán hasta ti suplicantes buscando un consuelo, a los que están agobiados y heridos consolaras. En mi nombre sacerdote tú lo harás.

Sacerdote, ya tu vida es de los otros, dónala, solo en esto encontraras felicidad. Sólo en la entrega estará tu alegría, don para el hombre que vive hambriento de amor

Sacerdote, para que el mundo tenga vida te mando a ti, para que sepa de mi amor te elijo a ti. Alza la vista, la mies ya madura, el mundo espera sediento la buena noticia.


Mi testigo te hare de alegrías infinitas de las lagrimas de gozo del hijo que vuelve al hogar de la paz y la dicha del hombre al ser perdonado, la esperanza perdida de muchos por ti volverá grandes cosas sacerdote tú veras, en mi nombre grandes cosas tú harás, sacerdote de mi corazón serás







Letra Canción: Sacerdote - Padre Marcos Alba