Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

viernes, 27 de agosto de 2010

Mucho corazón

Aunque varias personas me dijeron (y estoy de acuerdo) que era un video demasiado "feeling" , lo posteo porque grafica entre otras cosas el inmenso valor que tiene la persona humana y nos ayuda a hacer contraste con todas esas "quejas cotidianas", como para preguntarse ¿Por qué que no darlo todo?.


sábado, 21 de agosto de 2010

Construir con acciones una oración

En los últimos días he recibido varios comentarios (algunos muy edificantes) haciendo mención a la santidad en lo cotidiano, en particular sobre esa marcada diferencia y hasta aparente oposición entre la vida cotidiana y la vida cristiana. Es decir, una vida donde hay preocupaciones, incertidumbres y exigencias diarias, donde el chisme, el cansancio, la incoherencia propia, y de los demás, parece ahogar los buenos propósitos que uno atesora en el interior. No se puede negar que la paz que uno encuentra en la misa, la fuerza después de un buen rato de oración, los momentos en su capilla o parroquia, en las actividades solidarias y hasta las profundas conversaciones en ese ambiente son tan hermosas y valiosas que al tener que empezar de nuevo la semana, en las ocupaciones de siempre, uno sopesa y estas últimas parecen tan vacuas, tan vacías que cierto pesimismo podría apoderarse de uno, teniendo el pensamiento de aguantar hasta de nuevo tener ese tiempito para su vida cristiana.

Pues hay que decirlo, no hay nada más lejano a la santidad que lo descrito anteriormente, el pensar que Dios nos ha dado una vida que soportar para ir mendigando pedacitos de santidad y felicidad es erróneo, y lleva a reducir una vida que debe ser testimonio, amarga los deberes y responsabilidades además de debilitar y quitar espacio para el apostolado, esto es triste y quizás una de las razones de la doble moral que se nos achaca a los católicos, es decir, un santo en su parroquia, pero un patán fuera de ella.

Al menos para nosotros los laicos, la santidad se encuentra en lo que Dios te pone día a día, en ilusionarse por cumplir el plan del Señor, en lo que te toca hacer. En esto hay una lucha, es cierto, pero no es contra el mundo, los católicos no somos unos simples renegados que queremos estar contra “el sistema”, incluso hasta en lo que parece más mundano para algunos El Señor quiere manifestarse, por eso nos permite estar ahí. En las miserias de los otros uno ejercita la paciencia, descubres también tus propias miserias, en los problemas económicos uno entiende que el dinero es necesario pero nunca fue, ni nunca será lo más importante, en el cansancio del trabajo, en las decisiones difíciles, incluso en lo que parece contaminado, ahí Dios nos pone para con su gracia empezar un cambio… en esto hay algo muy importante y es que cada uno de nosotros tiene que santificarse también en el apostolado, por más lejano ó inútil que parezca hacerlo, entendamos que algunas cosas nosotros no podemos hacer, pero para Dios nada es imposible.

En el dolor, en la angustia pero también en el gozo y la dicha, es una vida entregada a Cristo, por eso se llama vida cristiana, que puesta en práctica te regala vivencias preciosas, una acción cotidiana y ordinaria hecha con amor brinda frutos extraordinarios que son inimaginables y que probablemente ni nos vayan a involucrar.

La idea es reducir (poco a poco, pero constantemente) esa brecha que hay entre fe y vida, sin postergar ni quitar los momentos fuertes de encuentro con Dios, pero si construyendo con nuestras acciones del día una oración que a veces será más corta ó más larga, unos días más hermosa, otros no tanto, inclusive habrá momentos duros en que no la podremos leer nosotros pero si el Señor, y de esto se trata, «Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos» (Rom 14:8).

domingo, 15 de agosto de 2010

Sólo los Santos Cambiarán el Mundo

Hoy, hace exactamente dos años empecé con esta idea de Nobis Datus, quería celebrarlo con este video ... todos tenemos como vocación primera la santidad, vocación que es un don de Dios! ... pues la idea de este espacio es un poco eso, santificarnos haciendo apostolado, en el día a día, a tiempo y a destiempo ... hasta en internet. Saludos a Todos!

sábado, 7 de agosto de 2010

Nuestra Señora de la Reconciliación

Hace unos días se inició en Lima, por vigésimo año consecutivo, el recorrido de la Procesión de la imagen de la Inmaculada Dolorosa, Nuestra Señora de la Reconciliación. Durante este recorrido, la Virgen María recibe el cariño y la devoción de la gente y es una muestra de la honda piedad filial que se ha venido cultivando gracias, en buena medida, a la Hermandad Nuestra Señora de la Reconciliación.
Les comparto un video sobre la Procesión en Roma, el 2 de Junio del 2006, con motivo de la Peregrinación del Movimiento de Vida Cristiana al Encuentro Mundial de Movimientos Eclesiales con el Papa Benedicto XVI en la solemnidad de Pentecostés.
Era la primera vez que asistía a una procesión, y lo recuerdo con mucho cariño pues fue un momento importantísimo en mi proceso de conversión ya que ese día, con frío, lluvia, susto y marinera incluida me di cuenta que la Virgen esta siempre con nosotros y es el mejor camino para llegar a Jesús.

... Quién podría resistirse a tu candor
si ante tu mirada tierna
la soberbia se disuelve
como bruma bajo el sol;
alegrías y dolores
se unen como blancas flores
en torno a tu corazón,
hoy mi vida se confía,
dolorosa Madre mía, a tu amor
hoy mi vida se confía,
dolorosa Madre mía, a tu amor ...




Canción Nuestra Señora de la Reconciliación
Letra: Alejandro Bermudez Rossell
Música: P. Rafael Otero S.C.V.

domingo, 1 de agosto de 2010

Misericordia, PURA misericordia

Quiero compartir una vivencia que he tenido en estos días de descanso, sobre la misericordia de Dios, curiosamente no a través de lo sentimental (aunque el sentimiento interviene) sino en lo intelectual-espiritual. Comparto los textos y el video que suscitaron esta experiencia y que seguramente tocará también a muchos de ustedes.


"Te damos gracias, Padre fiel y lleno de ternura, porque tanto amaste al mundo que le has entregado a tu Hijo para que fuera nuestro Señor y nuestro hermano. Él manifiesta su amor predilecto para con los pobres y los enfermos, para con los pequeños y pecadores. Él nunca permaneció indiferente ante el sufrimiento humano; su vida y su palabra son para nosotros la prueba de tu amor; como un padre siente ternura por sus hijos, así sientes tú ternura por tus fieles.Por eso te alabamos y te damos gracias, y, con los ángeles y los santos, cantamos tu bondad y tu fidelidad, proclamando el himno de tu gloria"
Fragmento de la Plegaria Eucarística


"Donde abundo el pecado sobreabundó la gracia"
Romanos 5:20