Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

miércoles, 31 de diciembre de 2008

Anuncio, Fruto del encuentro con Cristo


Hace poco un amigo me pregunto como podía diferenciar a una persona que ardía por anunciar a Cristo de otra con ganas de que los demás la admiren.
Me quede pensando en que una era la realidad de alguien que intenta ser un cristiano de verdad...pero qué de las otras?...alguien puede decir que alguna vez no se dejo ganar por la vanidad en esto? ...le respondí a medias tintas diciéndole que la alegría y la humildad diferencian a estas personas.

Sin embargo, una mirada un poco más profunda a esto, nos diría que una persona así mas que ser orgullosa y soberbia, necesita que los demás le miren, que los demás le escuchen. Uno puede ser muy bueno o muy malo hablando o expresándose, pero hay algo que es cierto:
En las palabras de Cristo uno encuentra una fuerza que muchas veces no sabemos ni siquiera reconocer, medir o dirigir.

Ahora,por el hecho que solo puede anunciar a Cristo el que se encuentra personalmente con él, es casi un hecho que la persona que lo hace para anunciarse a si mismo o se aburre al poco tiempo, o se da cuenta que le funciona una, quizás dos veces, pero ahí queda.

Me parece que ahí es donde uno tiene la oportunidad de decidir: O te encuentras auténticamente con Él, y por consiguiente, entiendes que lo que se anuncia es al Señor Jesucristo. (Pues nadie reza,frecuenta sacramentos y se esfuerza para si mismo, en todo esto,si realmente es autentico, hay una dimensión de entrega) ó simplemente te das cuenta tarde o temprano que no vale la pena pues ya no obtienes la atención que querías y que derrepente sería mejor probar con otra cosa que sea más interesante para el mundo o que... vamos...al menos te siga mostrando "interesante" para los demás.

Es lógico que una persona que opte por lo segundo, es esclava de sus complejos y que necesita urgentemente de reconciliación, (dicho sea de paso alejándose de Dios es imposible encontrar esto). Pero si uno intenta al menos ser un poquitico autentico, de no andar a medias tintas, ni de buscar conveniencias. Se va a dar cuenta que lo "interesante" es justamente Jesucristo.

Y que...el encuentro con Él, te llena de alegría más que la que se obtiene cuando te "aplauden", entiendes que vale la pena invertir tiempo en conocerlo no solo para anunciarlo, sino también para vivirlo ... Imagínense a Saulo de Tarso diciendo "Para mi la Vida es Cristo", quizás le creerían unos cuantos, buscando condonar alguna deuda, pero después? Qué de los demás?...por eso tenemos que convencernos que es primordial convertirnos, cada uno en la vocación que Dios le llama. Sin esto no importan ni las buenas ni las malas intenciones. De Saulo a Pablo había más que un nombre, había un hombre que buscaba configurarse con Jesucristo.
En ser DE VERDAD otro Jesucristo.

Ese mismo deseo de querer ser admirado, escuchado...en el fondo ser amado, te lanza a buscar algo que te sacie de una buena vez.
Por ahí probaras en política, en economía, en lujuria, en fin...tantas y tantas veces el ser humano se topa con pobres manjares cuyo sabor tiene tiempo y espacio.

Cayendo en una dinámica de conformismo y aburrimiento, tan pero tan fácil de reconocer en nuestro entorno de amigos, familiares, etc.
Tan triste y además tan falsa como cuando hay personas que te dicen no creer en nada o no buscar nada.

Que por ahí acomoda risas y sonrisas nadie lo puede negar pero que principalmente entristece el alma y la entumece. Pero no hay que dejar que la mate. Dios amor nos brinda suficientes oportunidades, una tras otra,año tras año, día tras día. Pues la misericordia de Cristo es tan pura e infinita que busca al hombre de tantas y diversas maneras que ni siquiera el mismo hombre es capaz de imaginarlo.

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