Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

jueves, 25 de junio de 2009

Intentando Mejorar

Este corto video me ayudó a escribir una reflexión, creo que me fui un poco por la tangente jaja, pero sea como sea me alegra mucho compartirla contigo:



La frase : "Lo que hacemos repercute en los demás" es una verdad que muchas veces intenta ser atenuada por distintos pensamientos, emociones y acciones que nos impulsan a hacer lo que nos viene en gana. Quizás son de esas cosas que son más fáciles de explicar que de hacer, pero no por esto debe ser silenciada u olvidada. Y es que todos nosotros tenemos distintas luchas; pero creo que la más importante y ... por ende, la más complicada es la de intentar ser mejores cada día.

Nos ha pasado frecuentemente que tenemos momentos, días, semanas, quizás meses en que pensamos que estamos haciendo todas las cosas muy bien, y puede que sea cierto. Pero en este entusiasmo de creer que esta todo bajo control, podemos caer en la tentación de sucumbir ante falsas seguridades ... de querer afirmarnos cada vez más, de ir quitándole tiempo a las cosas esenciales para dárselo a obligaciones impuestas por nosotros mismos. Pues si es que tenemos todo bajo control que rico y fácil es poner nuestras propias reglas, darnos nuestras pequeñas licencias ...y lógicamente si no las cumplimos, pondremos también nuestras propias sanciones ... y de esta forma construimos una burbuja donde abarcamos todo cuanto nos conviene, pero donde relegamos algunas cosas necesarias.

Encontrar un equilibrio en nuestra vida, suele costarnos muchas caídas, pero este equilibrio se transmite en paz no por el número de veces que te caes sino por el número de veces que te levantas de esas mismas caídas. Sin embargo, nuestras ganas de querer hacer todo bien a la primera y el poco ejercicio de la paciencia (que seguramente se traduce en falta de reverencia) nos remiten al final a hacernos preguntas como ¿En que falle esta vez? ¿Por que siempre a mí? ó quizás ¿Como no pude darme cuenta antes?.

No siempre es cuestión de edad, poseer la libertad, e intentar crecer en el dominio personal le cuesta tanto al niño que debe entender el porque sus padres le prohiben salir sin abrigo de noche, como a la señora que debe bañar a su marido gravemente enfermo. Y dentro de este recto ejercicio de nuestra libertad hay un elemento que es fundamental para crecer y hacer crecer a los demás. Y este elemento es el amor con que intentamos hacer todo lo que tenemos que hacer. Es cierto que hay una lógica, una razón , una motivación o una emoción que nos ayuda a cada vez ser mejores. Pero cuando no se encuentra ninguna de estas hay que aferrarse al amor.

En medida que nos preocupemos mas y más en hacer todo por amor, con amor y en el amor, vamos a ir creciendo y mejorando en nuestra vida. «La medida de la grandeza de tu vida, es la medida de la causa a la que sirves» reza un lema espiritual muy antiguo. Tiene sentido si es que con sinceridad entramos en nuestro interior y nos ponemos a examinar nuestro corazón ... todas nuestras luchas, nuestros dolores, nuestras alegrías, nuestro caminar. Todo tiene un significado distinto cuando, aún con los ojos cerrados y llenos de lágrimas, nuestro corazón nos hace ver que hay un horizonte de plenitud que anhelamos con todo nuestro ser, y que llegar a él implicará sacrificio, a veces nos parecerá lejano e inalcanzable, pero sobretodo (y esta es la mejor parte) al aventurarnos nos daremos cuenta que es real y verdadero, tanto ... que podemos intuirlo y experimentarlo aquí y ahora.

Intentar siempre ser mejor, a pesar de no pocas veces ver nuestras miserias y limitaciones, debemos enfocarnos, situarnos en nuestro verdadero sitio, reconocer tanto nuestra virtud como nuestra fragilidad, como decía Santo Tomas: Toda superioridad es para el bien común. En este conocerse y reconocerse está el principio de una misión que solo puede ser emprendida por nosotros, no podemos tomar la de otro, ni otro puede quitarnos la nuestra. Ser mejor implica perseverar en creer que cada uno de nosotros puede amar cada vez más. Creo que nunca es mal momento para emprender una aventura como esta ... y ... ciertamente... cuando alguien te cuenta un viaje o una aventura, te puede parecer muy impresionante e increíble, pero solo cuando uno mismo toma la desición de emprenderla (y la vive como tiene que vivirla) comprende realmente cuan fascinante es.

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