Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

lunes, 15 de junio de 2009

Sanctissimum Sacramentum


La solemnidad del Corpus Christi siempre es especial para los católicos. El llegar un poco mas temprano de lo acostumbrado a la misa, el olor a incienso, la liturgia, la exposición del santísimo al final, los cantos ... y muchas otras cosas que nos recuerdan que Jesús se ha quedado para estar con nosotros, que Él nos espera a cada uno ... amoroso y paciente. Sabemos que esta espera no es una espera meramente pasiva como la de un asalariado que tiene horario de atencíon y que ayuda al que le busca, si es que se le busca, si no, no le atiende.

El se ha quedado y, además de esperarnos, sale a nuestro encuentro a toda hora ... Como en la parábola del hijo pródigo, cuando el hijo menor regresa a casa ... Él nos esta observando reverente, anhelando encontrarse con nosotros y cuando nos ve cerca sale con prontitud a abrazarnos y besarnos. Una espera activa que se convierte en esperanza para nosotros, pues nos hace ver que El señor cumple sus promesas; que lo que Él mismo dijo "Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo”(Mt 28:16-20) se cumple y que esto podemos experimentarlo en la Eucaristía.

En el sagrario ... la paciencia es una virtud que cala hondo en nuestros corazones ... no es una figura, ni una alegoría... De verdad El Señor esta esperando a justo y pecador, enseñándonos a ser pacientes en nuestros sufrimientos, en nuestras peticiones e intenciones.

San Ignacio de Loyola escribía en sus visitas a Jesús Sacramentado sobre la pureza, haciendo alusión a la blanca hostia, y sobre la humildad de un pequeño pedazo de pan, de hacernos pequeños y puros como el Santísimo Sacramento.

Inclusive al quedarse en un elemento tan sencillo y vulnerable como el pan ... Jesucristo ... el mismo Dios, se expone. Pues como en el video , que a continuación les comparto, hay aún hoy en día sacrilegio contra Jesús Sacramentado ... y El Señor corre este riesgo ... como hace más de dos mil años en Getsemaní, antes que fuera entregado por Judas ... hoy en día Jesús les sigue diciendo "Yo Soy" (Jn 18:1-12) a las personas que profanan el cuerpo de Cristo. Y es que hasta a eso llega el amor de Cristo por nosotros, se queda con nosotros como el buen pastor que da la vida por sus ovejas.

Algo hermoso y que de alguna forma sobrepasa nuestros límites es la infinidad de bien, de bondad, que brota de este pequeño pan ... una entrega plena, que (como decía ayer el sacerdote en la capilla a la cual frecuento) es más real que el pan, y que el vino, más real que el mismo sacerdote, la presencia de Cristo es más real que nada, y trasciende cualquier cosa que puedan captar nuestros sentidos.

Él quiere llegar a nuestro corazón, quiere innundarnos con su amor, con su perdón, con su alegría. Y que su compañía se convierta en unidad, en un solo cuerpo y un solo espíritu para que podamos en algún momento, Dios mediante, hacerla vida.




Dejo dos videitos el primero sobre la presencia real de Jesús en la Eucaristía, que al final se pone muy "feeling" creo, pero no deja de ser interesante y el que esta a continuación, un poco raro también, pero que a muchos de mis amigos y conocidos les gustó.

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