Todo es don de Dios, pero es necesaria una activa cooperación con la gracia.

jueves, 3 de septiembre de 2009

¿Soy como soy ó Soy auténtico?


He estado pensando ultimamente en torno a la idea de que normalmente las personas empiezan a pensar en la autenticidad cuando son comparados con otro, es decir, cuando se cansan de la presión de los cánones habituales que vende el mundo de hoy, que no solo son impuestos sino que exigen más y más ser respetados e idolatrados. Al preguntarse por uno mismo, al querer encontrar nuestra identidad, parece como si entrásemos en un escenario poco claro, como desconocido sin realmente serlo, y que al volverse por momentos incómodo ... la misma realidad en que vivimos nos insita a querer salir de él ... sin embargo el anhelo de responder esta pregunta, de querer permanecer... es tan, pero tan profundo que no nos deja tranquilos y ,dependiendo de cuan sinceros seamos con nosotros, paulatinamente va cuestionando más y más a nuestro ser.

Hoy en día, lamentablemente, se ha caído en un relativismo que nubla un poco el caminar e intenta distraer a la consciencia, la gente dice defender la esencia de la persona proclamando el discurso de "lo que importa es lo de adentro" y "ser uno mismo", que son ciertos si son opciones entre lo bueno y lo óptimo para el ser humano, acompañados de una visión objetiva de la realidad. Pero diariamente nos topamos con una reducción de esto, el ruido y la búsqueda de placer por el placer son tan agresivos que se insertan en la sociedad confundiéndonos e incrustandose hasta parecer totalmente inofensivos y naturales. Inclusive el sin sentido hace que vivamos anestesiados y en necedad, no solo caemos en desesperanza si no que nos reímos de lo que sucede, aunque (irónica e inexplicablemente) cuidamos de no pisotear los derechos de nadie.

No es responsable, pues, dejarse llevar por la fatuidad del propio gusto o voluntad para inventar una norma ética que responde más bien al capricho personal. Eso no constituye un ejercicio de la libertad sino un desconocimiento de la naturaleza de la libertad humana 1. Al trascender nuestras conveniencias vemos también que hay una dimensión especial y hermosa que nos relaciona con Dios y con los demás, donde uno se abre y es educado tanto para dar como para recibir, pues los seres humanos no sobrevivimos si nos encerramos en nosotros mismos.

Muchas situaciones cotidianas probablemente nos fastidien, como que nos asfixian y quizás generen desequilibrio en nuestros quehaceres, sin embargo es importante ser sincero con uno mismo y comprender que uno no va a dejar de tener esa experiencia de insatisfacción hasta que descubra su verdadera identidad. Y que hay un movimiento que te impulsa constantemente a seguir siendo y a comportarte conforme eso que eres. Hay una razón por descubrir, la razón de tener siempre esa inquietud, que hace que sin importar los problemas y el sufrimiento uno siga teniendo ganas de seguir adelante, inclusive contracorriente, buscando la verdad.



1. Eduardo Regal Villa - Plática: La ética cristiana: camino de la vida personal y social. San José - Costa Rica 01/09/2006.

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